domingo, 28 de julio de 2013

LOBEZNO INMORTAL: MI CRÍTICA DE LA PELÍCULA

 
Una peli que se vende como una supuesta adaptación de Lobezno: Honor, el célebre cómic de Chris Claremont y Frank Miller, no puede decepcionar, o al menos no debería hacerlo bajo ningún concepto. Por eso, cuando me senté a ver Lobezno Inmortal lo hice cruzando bien fuerte los dedos esperando, como mínimo, que no se repitieran ciertos errores presentes en la mediocre X-Men Orígenes: Lobezno. Y he aquí mi impresión.

En cuanto a lo que tiene de adaptación del citado cómic, a su fidelidad al mismo, sólo puedo decir que si bien cuenta con algunos momentos brillantes, que nadie vaya a verla esperando una traslación literal de las viñetas a la gran pantalla, porque al final la película no deja de ser eso: una simple adaptación (y para eso, parcial). Y como todo film basado en un libro se toma sus buenas licencias, y en gran medida, va por libre. Eso sí: hay que reconocerle -y por tanto se lo reconozco- que la parte que trata de adaptar la "adapta" con bastante eficacia.

En cuanto a la inevitable comparación con la criticada X-Men Orígenes: Lobezno, sólo puedo decir que a mi entender Lobezno Inmortal, aún sin llegar al nivel de Obra Maestra, gana por goleada.

Aquí -y por cierto muy acertadamente- la trama  se desmarca completamente de aquella historia, pues nos sitúa justo tras el final de X-Men: La decisión final, la última (y también defenestrada por la crítica) entrega de la trilogía original de los célebres mutantes marvelitas. De este modo, descubrimos que Logan es ahora una especie de vagabundo que malvive en el corazón del bosque aislado de todo y de todos aferrado a una botella de whisky, carcomido por el remordimiento de haberse visto obligado a quitarle la vida a Jean Grey, su amada, a la que recordaréis que mató con sus propias garras al final de la citada tercera parte de X-Men. Pero el destino no tarda en reclamar su presencia en Japón, y cuando queremos darnos cuenta, ya nos hayamos inmersos de lleno en una historia plagada de referencias al cine de samuráis, las artes marciales, los ninjas y la yakuza.


Hugh Jackman sigue dando la talla en el papel del violento mutante (y ya van 6 pelis donde lo interpreta), pero es que cuesta bastante imaginarse a otro actor encarnando dicho papel. Desgraciadamente no puede decirse lo mismo de otros personajes de la historia, como por ejemplo Viper (intepretada aquí por la bella Svetlana Khodchenkova), cuya inclusión en el film resulta un tanto desaprovechada.

Eso sí: contrariamente a lo que suele suceder con este tipo de cine, he de admitir que quizás en ciertos momentos, especialmente en la segunda mitad, las secuencias de acción se me han hecho un poco escasas (algo que, aún sin caer en el aburrimiento, de vez en cuando parece ralentizar un poco el ritmo narrativo de la historia). Dicho esto, también me parece obligado resaltar la magnífica escena de lucha entre Lobezno y la yakuza en la parte superior del tren bala de Tokio. Sin duda alguna el momento álgido de la película.

En definitiva, amigos: que nos encontramos ante una cinta que si bien dista bastante de ser perfecta, en general resulta entretenida y en gran medida enmienda la decepción que a muchos nos supuso su olvidable precuela. Además, hace las veces de puente entre X-Men: La decisión final y la inminente X-Men: Días del futuro pasado. En una escala del 1 al 10 yo le doy un 7.

Y por cierto: no os vayáis a ir del cine sin ver la extensa escena post-créditos (dura casi 2 minutos). Merece mucho la pena. Y no digo más.

Ahora, como siempre, espero que me hagáis llegar vuestras propias valoraciones. ¿Os animáis?.

1 comentario:

  1. Pues sin ser una obra maestra, a mi me ha encantado...

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