viernes, 2 de noviembre de 2012

ENTREVISTA A ANTONIO BERNAL


Hombre humilde, afable, cercano buen conversador...a todas luces, un gran tipo: así es el maestro Antonio Bernal, dibujante de cómics, pero sobre todo, uno de los mejores portadistas que ha dado la historia del tebeo español, por no decir directamente EL MEJOR (para mí, equiparable al nivel de otros portadistas míticos de la talla de Alex Ross). Y es que cuando pasabas por el kiosko ya podías encontrarte ante el peor tebeo del mundo, que si la portada era de Bernal, no había escapatoria posible: te lo comprabas.


Gracias a la enorme gentileza de Armonía Rodríguez, esposa de mi anterior entrevistado, Víctor Mora (visto aquí), he podido contactar también con éste genial artista de los años dorados de Bruguera, quien, a sus 88 años, el pasado lunes me atendió muy amablemente por teléfono -durante hora y pico larga- para llevar a cabo la (pese a lo resumido) extensa entrevista exclusiva que hoy nos ocupa.

¿Nos ponemos con ella?.

TMB: En primer lugar, estimado Antonio, me parece de justicia empezar confesándole la gran admiración que siento por usted. Dicho esto, también quisiera agradecerle de todo corazón la enorme amabilidad que tiene al atenderme personalmente por teléfono.

AB: Descuide Jonathan, es un placer. Pues vamos a lo que usted quiera preguntarme...


TMB: Muy bien. Pues lógicamente, me gustaría empezar por los inicios: cómo se formó como dibujante, qué tipo de estudios artísticos tuvo (si es que los tuvo), cuáles fueron sus influencias...

AB: Sí, claro, evidentemente. Eso no tiene ningún problema. Recuerdo que de pequeño, cuando la guerra del 36, yo ya tenía una gran afición. Vivía en Hospitalet de Llobregat, y cuando de noche caían bombas (o al menos parecía que íban a caer, porque cuando venia la aviación...), yo me ponía debajo de la mesa para cubrirme un poco por si caía algún cascote (esto se lo digo como cosa anecdótica), y, con una luz de petróleo, allí mismo me ponía a dibujar.
También compraba una revista que se llamaba El Aventurero, que tenía "todo lo americano", que en aquella época debía ser, claro, muy actual allí.
Poco más tarde vino Flash Gordon, Tarzán de Foster, muchos de los mejores. Aunque a mí el que más me ha gustado siempre ha sido Frank Robbins, porque tenía una personalidad distinta. Hacía los caracteres en forma de caricatura, y con fuerza, en blanco y negro. Aunque quizá Foster era más perfecto. Al principio yo me dedicaba a copiarlos a todos. También tallaba aviones de madera muy bien hechos, era un fan de Tarzán... ¡que no vea!, me hice un cuchillo "clavao" al que usaba Tarzán (risas). En aquel tiempo yo me volvía loco por Weissmüller, aún tengo libros, fotografías...

TMB: Sí, sí... ¡buenas películas aquellas, sí!

AB: Sí, bueno, como niño... pues claro, me entusiasmaban. Me parecían una maravilla.

El caso es que a los catorce años me puse a trabajar, porque mis padres no eran ningunos potentados, ¿sabe?. Mi padre era minero, en Cartagena, y se vino a Barcelona. Entonces pasó a trabajar en un laboratorio farmacéutico que había entre la calles París y Urgell y que trabajaba para la Bayer y demás, y a mí me colocó en las prensas de un taller de mecánica que estaba muy cerca, a unos ocho o diez metros. Al mediodía yo siempre iba a comer con mi padre, y después de comer, antes de la hora de reincorporarme nuevamente a mi trabajo, siempre estaba allí dibujando. Entonces, el dueño de esta empresa química, José Uthoff Ferran, vio mi afición por dibujar y me pagó los gastos de la academia (ésto era en la calle del Pino). Allí estuve con Carlos Pellicer (que era profesional de la pintura). Yo empecé como pintor, no como ilustrador.

Después de la academia, junto a un amigo oposité para ir a Bellas Artes. A partir de ahí ya empecé a hacer las cosas como más "en serio", debido a la categoría que ya tenía como licenciado en Bellas Artes (especializado en Pintura y dibujo artístico). Entonces me llamaron de una academia para dar clases de dibujo, orientadas a pintores y decoradores. Era para pintores de paredes, pero como a veces tenían que hacer algún gráfico, alguna vetra... se daba rotulación, y se daba dibujo... y en el dibujo fui yo quien inició la cosa (porque de aquella, al principio, no había nadie). Me gustaba muchísimo dar clases. En esa escuela estuve bastantes años, y afortunadamente eso me sirvió luego para cobrar algo de jubilación.

En esa época también hice algo de publicidad para Paños Ramos. Allí hacían cosas de modelos, masculinos, femeninos, y yo hacía los bocetos. Aunque eso fue muy breve, alrededor de un año y medio, y entonces ya me dio por empezar un poco con el tema de las viñetas.


En la Hispano Americana de Ediciones hice una cosa con la influencia de Frank Robbins y... bueno, gustó. Aunque en realidad, si a alguien le debo el hecho de entrar en Bruguera es precisamente a Víctor Mora. A Víctor le gustó lo que hacía, lo dijo en Bruguera y entonces me llamaron. Hice unas pruebas para las portadas de los bolsilibros, les gustaron...

TMB: ¿Se refiere quizá a las novelas de bosillo?

AB: Sí, sí, novelas de bolsillo, exacto. Entonces hice algunas cosas de Western, de aventuras...

TMB: ¿Marcial Lafuente Estefanía y todos estos autores?

AB: Sí, claro, sí. Luego ya quedé como dibujante... simplemente de portadista.

Novela del Oeste de Marcial Lafuente Estefanía, con portada de Antonio Bernal

TMB: Esa es otra de las cosas que quería preguntarle, precisamente...

AB: ¡Usted pregunte!

TMB: Pues, visto que usted apuntaba maneras (y de sobra) como dibujante de cómics... ¿Cómo le dio entonces por meterse casi exclusivamente a portadista (al margen de que esto también lo hiciera muy bien)?, quiero decir... ¿por qué desistió de dibujar cómics y se pasó a las portadas?

Bernal como dibujante de cómics

AB: Pues por una razón muy sencilla: resulta que por una portada te daban lo mismo que por hacer quince viñetas. Y la ilustración a color me gustaba más (porque había tocado el color) y porque tengo mucha facilidad para encontrarle el parecido al retrato de una persona. Eso no me suscita ningún problema, aunque dicho así pueda parecer un alarde por mi parte...

TMB: No, no. Para nada...

AB: Soy un buen dibujante, más quizá que pintor aunque también pinto (hago paisajes, he hecho fotografías, del puerto, de aquí, de allá, de viajes que he hecho...). Bueno, al tema: simplemente lo hice porque monetariamente me resultaba...

TMB: Sí. Más rentable.

AB: Y más cómodo. Y además me daba otra categoría. Tanto es así que de haber hecho cómics probablemente hubiera sido un dibujante más o menos como otro cualquiera. Es como el caso de Badia Camps que también había hecho muchos cómics y luego se dedicó a la pintura, hízo varias cosas para París...
Pero lo que más me atrajo a mí, y además me gustaba mucho hacer, pues eran las historias de El Capitán Trueno...

TMB: De hecho, usted ilustró las portadas de muchas colecciones, entre las que podríamos resaltar el Trueno Color, Jabato Color, Corsario de Hierro, Joyas Literarias Juveniles, El Sheriff King... al tiempo que era autor del curso Dibuja tú también historietas de El Capitán Trueno que aparecía por entregas en la revista El Capitán Trueno Extra...

AB: Sí, claro,claro. Todo eso.


TMB: Sin duda, la calidad de estas portadas contribuyó muchísimo a que estos tebeos se vendieran mucho más de lo que se hubieran vendido a lo mejor con otras portadas...

AB: Ya lo sé, ya...

TMB: Entonces, la pregunta que se me ocurre es: cuando unas portadas tan dinámicas (a veces casi "tridimensionales"), tan coloridas, tan bien planteadas empujan de tal modo las ventas de esos tebeos... ¿fueron tan bien pagadas como merecían por parte de Bruguera?

AB: (rotundo) No, no, claro que no. Lo que pasa es que uno era muy joven y entonces no sabías exactamente lo que te pagaban, y aceptabas lo que te daban porque no sabías. Pedí alguna vez aumento y me lo concedieron, no sé de cuanto, a lo mejor eran diez pesetas más, ¿no?. Los demás... no lo sé.

Yo veía que los derechos que tenían ellos (Bruguera) era incluso de quedarse la portada, y luego pagarme a mí lo que me daban.

TMB: Eso también iba a preguntárselo: entonces... ¿no le devolvían los originales?

AB: No, pero sí me enteré que se los devolvían a algún autor. Ahora bien: al final de la época de Bruguera, cuando se fue al traste...

TMB: Sí, en el año 86.

AB: Sí. Entonces ya se devolvían las portadas. A mí lo que hicieron fue devolverme algunas, de Trueno, Jabato... y nada más.

TMB: ¡Pues a buena hora acordaron!

AB: Sí, acordaron tarde, pero algunas yo incluso se las regalaba porque pensaba que aquello no tendría ningún valor... mi hija precisamente está en Planeta DeAgostini, en derechos de autor (risas). ¿Es curioso, eh?, ¡si hubiera sido en otro tiempo...!. Y por eso me devolvieron algunas portadas. No demasiadas para las que había hecho.


TMB: Y la mayoría de esas portadas... ¿dónde pueden estar hoy?, ¿en manos particulares o en Ediciones B (heredera de todo el catálogo Bruguera)?

AB: Hay muchas que en el almacén me decían que no las tenían. No sé, no quisiera molestar a nadie con mis palabras, pero quizá alguien haya podido quedarse alguna que le haya gustado, colgarla en la pared... es imposible saberlo. Un amigo mío compró dos en Inglaterra. Supongo que alguien haría negocio con ellas...

Eso supongo que se publicaba en Sudamérica, se publicaba en sitios que yo no...

TMB: Sí. Bogotá, Buenos Aires, Méjico...

AB: Sí, fíjese: yo tengo fotocopias de dos portadas editadas... ¡en griego!. Quiero decir que no sé exactamente los países en los cuales reprodujeron cosas de Trueno. Supongo que en muchos.

Versión aparecida en USA del Joyas Literarias Juveniles nº 34 (Robin Hood). Con portada de Bernal.

TMB: Le voy a decir una cosa, aunque seguramente usted ya la sabe: hay ciertas páginas de subastas en internet donde tienen a la venta originales de algunos Trueno y Jabato Color suyos y rondan bien, bien, los mil euros por ejemplar. Es decir, que media docena de originales cuestan un millón de las antiguas pesetas.

AB: Hombre, tanto no...(pausa), bueno, es posible...

TMB: ¡No, oiga! ¡Créame porque lo he visto yo mismo!

AB: Sí, sí. Es posible... mi hijo es el que se encarga ahora de vender alguna, que tampoco se venden tantas...

TMB: La crisis, Antonio. Eso es la crisis.

AB: Sí, posiblemente, claro. También le diré que hay muchas portadas que yo las veo ahora e incluso me digo: ¿esta portada la hice yo?, ¡claro, hace muchos años!. Sin embargo hay gente que está en esto, y le dices el número... ¡y saben la portada que es!

TMB: Sí, sí... ¡oiga!, y respecto a las portadas de estas colecciones míticas... ¿cómo se inspiraba usted para hacerlas?, es decir... ¿leía primero el cómic sobre el que iba a dibujar la portada o...?

AB: No, no. Y esto no lo sabe nadie (risas) ¡como se entere Víctor Mora! Tengo "un millón" de El Capitán Trueno y El Jabato, pero de esos nunca leí uno entero (risas). Cuando hacía las portadas no tenía tiempo, y cuando podía prefería leer otro tipo de literatura. Bueno, alguna vez tuve que leer un trozo... pero como ya estaban hechos los dibujos a pluma, a veces, el Director Artístico de Bruguera, que era el Sr. González (se refiere a Rafael González) -que tenía muy buena vista para saber que era lo que podía interesar más-, cogía dos viñetas y me decía: "Bernal, ¿cual le gusta más, ésta o ésta?", y yo escogía la que veía con más acción, porque eso sí: si se vendió muchísimo el Trueno Color era precisamente porque yo cogía la pata de un caballo de aquí, la cabeza girada de otro caballo, y lo construía yo. Tenía facilidad para ver eso. Además creo tener buen gusto para centrar la atención del lector, que la portada sea atractiva...

TMB: No, eso ya se lo digo yo que sí que lo tiene... vamos, ¡por descontado!


AB: Sí... y cuanta más acción tenía, y más difícil parecía... por ejemplo: si había que hacer un elefante cayéndose por un precipicio, yo ya veía a ese elefante con las patas arriba o como fuera. Tenía esa virtud. Y esa virtud sirvió para que El Capitán Trueno, y El Jabato y todos esos, que precisaban de una acción tremenda, se vendiesen en el kiosko aumentando la tirada respecto a ediciones anteriores. En eso yo fui seguramente el que más gustó a Bruguera y al Sr. González: porque era el que más acción daba.

TMB: ¿Y cómo se documentaba usted para elaborar los trajes de época, las armaduras, el armamento...?

AB: Un dibujante siempre tiene documentación. A veces aún la pongo sobre las sillas del comedor, y busco cosas para hacer algo para un niño, para los sobrinos de mi hijo, unos diplodocus y animales de la prehistoria... por eso hay que tener documentación de caballos, de leones... yo hago muchas cosas de televisión, parando la imagen... pero eso ahora.

TMB: Eso ya sería a partir de los años ochenta, más o menos...

AB: Claro. Si hubiera tenido yo la televisión en aquella época... ¡pues fantástico!. Pero la televisión surgió mucho más tarde.

Esta portada de Bernal para el núm.1 de Alucine me aterraba totalmente cuando era niño...

TMB: A lo mejor usted recortaba fotografías de revistas, y cosas así...

AB: Evidente, claro. Iba mucho al mercado de San Antonio, como todos los dibujantes. Allí siempre había revistas americanas. Lo fundamental era documentarse. Los trajes de los individuos, si eran de la Edad Media o de otra época, a veces lo pedías a algún amigo, si lo tenía, y luego acababas comprando un libro sobre trajes y todo eso.

TMB: Pero usted lo mismo se atrevía con samurais que con lo que fuera.


AB: Me atrevía porque, aunque cambiara alguna cosa, la juventud tampoco estaba demasiado preparada... tampoco era una cosa exacta, ¿eh?, ahí entraba la fantasía de ponerle al individuo... ¡qué sé yo!, pues un collar...

TMB: Sí, sí. Tomarse ciertas licencias. Y dígame una cosa Antonio: en los casos concretos de los Trueno y Jabato Color... ¿a la hora de crear esas portadas le influyó algo el estilo particular de Ambrós en Trueno o Darnís en el Jabato, o iba usted por libre y trataba de desmarcarse un poco de ellos?

AB: No. Totalmente por libre, hombre. Ambrós fue el que creó el personaje y yo hice mi versión en color basándome en sus vestiduras y demás, pero luego siempre hubo quien dijo: "El Capitán Trueno de Bernal", porque a veces yo le ponía las rayas rojas (en el pecho), y le cambié algunas cosas -que tampoco tenían demasiada importancia-. Aunque a grandes rasgos supongo que sí me basé en su trabajo, porque los personajes los había creado él.

TMB: Una cosa que siempre me llamó mucho la atención cuando de niño yo leía los Trueno color, fue que en las portadas usted siempre tendía a pintar la ropa del Capitán Trueno de azul, y sin embargo, en los interiores, Bruguera la pintaba de algo parecido al naranja.


AB: Bueno, sí. Ellos hacían lo que querían a veces, pero no abusaron demasiado. Eso a mí me daba igual, y quizás ellos sabían más que yo de colores...

TMB: Por lo menos usted podía tener su propia creatividad y hacerlo a su manera...

AB: Yo disfruté bastante con esas colecciones. Tengo reproducciones -en fotocopias de tamaño folio- de casi todas las portadas que se hicieron.

TMB: ¿Usted tenía que comprar esos cómics en el kiosko o se los regalaba Bruguera?

AB: No, no. Eso lo regalaban. Cada semana nos daban a los autores los ejemplares que se iban publicando.

TMB: Y dígame, Antonio: ¿usted llegó a conocer personalmente a Ambrós y a Darnís, los dibujantes de Trueno y Jabato?

AB: A Ambrós lo ví una vez solamente en Editorial Bruguera, pero yo no sabía quien era. A mí no me dijeron: "mira, éste es Ambrós". Darnís... conocí a sus hijas en una exposición de El Jabato en Andorra, incluso tengo sus direcciones apuntadas en un bloc, pero a él personalmente nunca lo conocí.

TMB: ¿Qué opina usted del trabajo de estos dos artistas en Trueno y Jabato?

AB: Son totalmente distintos. Los dos eran buenos... en su momento, en su época. Luego las cosas han cambiado. Lo que se hace hoy en día es de una perfección bárbara. Quizá era un poco más simple, más sencillo lo de Ambrós. Darnís era superior en cuanto a enfoque y a visión de los personajes. Esta diferencia se nota con el paso del tiempo, porque actualmente hay revistas americanas... yo ahora estoy subscrito a una que se llama Art of the West (El Arte del Oeste) y es magnífica. ¡Hoy los chinos hacen mejores Westerns que los americanos!.


También me entusiasma una barbaridad todo lo que es el arte egipcio...

TMB: Y dígame: cuando cerró Bruguera... ¿llegó a faltarle un poco el trabajo o tuvo otros proyectos, quizá a través de agencias internacionales?

AB: No, no. El trabajo no faltó casi nunca...

TMB: De hecho, si no me equivoco, usted realizó unos cuantos encargos para las reediciones de Trueno y Jabato ya en Ediciones B, ¿verdad?

AB: Sí. Sacaron unas ediciones muy bien hechas, pero para el dibujo eran muy, muy limitadas. Era un cuadro en el centro de la portada y quedaba descentrado... y yo no me veía capaz. Tenía que hacer unas cosas muy pequeñitas... ¡total!, que supongo que vieron que eso no quedaba bien. Ahora vuelven a publicar esas reediciones cada seis meses y ponen una portada mía, pero de las antiguas. Y por cada una me dan trescientos euros por derechos de autor (risas).

TMB: ¡Bueno, hombre!, es un dinerito extra, que nunca viene mal...

AB: ¡Claro!, nunca va mal (risas).

TMB: Y sus hijos... ¿ninguno ha querido continuar la saga?

AB: ¡Ningún hijo mío ha salido dibujante! (risas). El más artista es uno que hace doblaje de películas (se refiere a Juan Antonio Bernal, voz habitual de Kiefer Shuterland, Benicio Del Toro o el Pato Lucas, entre otros muchos). Incluso le dieron un premio no hace muchos años. Empezó en la radio y luego se fue afianzando en esto... y es un buen doblador.

TMB: Pues llegamos ya a la última pregunta, precisamente la que siempre le hago al final a todos mis entrevistados. ¿Cómo ve usted el panorama actual del tebeo en España?

AB: Pues creo que todo lo que se ve son cosas que ya estaban hechas. Repiten lo que ya había. Por ejemplo: Planeta DeAgostini reeditó lo de Alex Raymond, el policía aquel... ¿cómo se llamaba?

TMB: Sí. Rip Kirby.

AB: ¡Rip Kirby, exactamente!, el Principe Valiente... yo no sé si eso se venderá. Supongo que si no se vendiera dejarían de editarlo. Los precios tampoco los conozco. ..

Dos genios juntos en una misma imagen: Antonio Bernal y Víctor Mora

TMB: Pues nada más, Antonio. Muchísimas gracias por atenderme. Admiro muchísimo su trabajo y para mí ha sido un verdadero honor hablar con usted.

AB: ¡Bah, nada hombre!. No tiene importancia. No soy de los que quieren halagos, eso se lo puedo asegurar. No tengo demasiada soberbia ni orgullo. Llámeme usted siempre que quiera con absoluta libertad, y a ver si un día nos conocemos en persona.

Cuelgo el teléfono pensando que pocas cosas me harían tan FELIZ.

¿No os parecería un acto de justicia que Ediciones B lanzase un libro recopilando tan portentoso legado en vida del maestro?. Yo al menos pienso escribirles con tal propuesta. Por intentarlo...

Actualización 29/09/2013: Desgraciadamente, y con hondo pesar, he de anunciar que ayer sábado falleció Antonio Bernal a la edad de 89 años, tan sólo unos pocos meses después de la publicación de esta entrevista. Con él desaparece una pedazo insustituible de la historia del cómic patrio, amén de una bellísima persona no demasiado consciente de la enorme importancia de su legado. Sus increíbles portadas marcaron poderosamente mi infancia, motivo por el que siempre lo recordaré con profunda admiración y respeto. Donde quiera que esté, descanse en paz.

13 comentarios:

  1. Joder. Cuando me sorprendes con una entrevista a uno de los Grandes, pasa una semana y sacas otra...Mi cabeza aún lo está asimilando. Mi mas sincera admiración

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  2. ¡Enhorabuena...! Magnífica entrevista, de verdad que sí.
    Me apunto a la iniciativa del libro recopilatorio....

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  3. Muy buena entrevista, mientras la leía me has hecho transportarme mentalmente a Barcelona por un rato como tantas veces he hecho en los últimos años para disfrutar de momentos inolvidables con este enorme artista pero sobretodo apreciado amigo.

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  4. Fantastica entrevista.
    Bernal es un gran Artista, pero es mas Grande aun como persona y ser humano.

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  5. Gracias por la entrevista . ¡¡Genial Bernal!1 . Merece un monográfico ya . Francisco ( Málaga )

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  6. Hola. Enhorabuena por este blog y por la entrevista a uno de los mejores artistas de este país. Soy afortunado poseedor de algunas láminas originales de Trueno y Jabato de este gran artista, entre ellas una sobre Trueno hecha este mismo año por Antonio. Ser fan de Trueno y Jabato es ser fan de Antonio Bernal. Soy amigo de su hijo Daniel que es tan gran persona como él. Un abrazo. Cándido.

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  7. ¡Cómo he disfrutado! Muy buena la entrevista y además sin errores ortográficos, algo que de agradece hoy en día dentro de la dejadez que se vive en internet (y que se ha trasladado, lamentablemente, a algunos libros; recuerdo el dedicado al Jabato...).

    La posibilidad del libro es algo que apoyo y que ya expuse en un foro hace años.

    Duda que agradezco alguien me resuelva: me gustaría tener una portada original de Bernal. ¿Cómo la puedo conseguir?

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    Respuestas
    1. Hola Flanagan, las portadas de Bernal son muy apreciadas y son caras. Las mas conocidas de Jabato, Trueno, Corsario o Joyas son extremadamente apreciadas por los coleccionistas e imposibles de conseguir. Puedes ponerte en contacto con su hijo Daniel que es quien le lleva el tema de la venta de portadas disponibles.

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  8. Recopilatorio de Bernal ya!!! me encantaría tener uno con TODO su trabajo en Trueno y otro con lo mejor de lo demás...

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  9. Una muy buena entrevista. Siempre se aprende algo nuevo. No sabia que la portada de la revista Alucine numero 1 era de el.Sin duda lo mejor de ese tebeo. Me encanta esa portada. Solo puedo añadir que Bernal es una gran persona (al igual que su mujer) y un gran artista.

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  10. Pero no sólo las de Alucine. También son suyas las de Manos guerrero indómito, Buffalo Bill nombre de oro del Far West, Jan Europa y James Bond, es decir, todas las de esa línea (colección titulada "superior"). Por cierto, amigo, me encanta tú blog (lo he visitado muchas veces).

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  11. Gracias. Las de Jan Europa son seguro de Edmond, el creador y unico dibujante de este personaje.

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  12. Tienes toda la razón. Te lo dije de memoria y me bailaron los datos. De Bernal fueron las cubiertas de “Manos”, “Alucine” y “Buffalo Bill”. Eso seguro. Jan Europa, como bien apuntas, es de Edmond.

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